traduce / translate

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documentales Spain cartas de presentación Italian xo Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

sábado, 16 de julio de 2011

Sombrero de copa


En una década como la de los 30, las películas de Fred Astaire y Ginger Rogers fueron una auténtica bocanada de aire fresco y un documento excepcional de la época. Esta en concreto es una película redonda, con un guión divertido y sobre todo unos números geniales dignos del maestro Fred astaire y su carismática pareja. Todo es sencillamente perfecto. Glamour, romanticismo y arte se respiran entre danzas y músicas inolvidables. A destacar la presencia del siempre eficaz Edward Everett Horton. Ah,y hay una crítica especialmente patosa que alude a que esta película sólo es recomendable para sensentonas de derechas, ese tipo de personas demuestran con ello que han visto poco cine y por encima de todo su escasa ética. "Sombrero de copa" es un film atemporal para todo tipo de público.


Hablar de Sombrero de Copa es hablar de Fred Astaire y Ginger Rogers, de la música de Irving Berlin (primera colaboración a la que seguirían cinco más), de un secundario de primerísimo nivel como Edward Everett Horton y de una actriz que me resultaba desconocida como Helen Broderick, madre del actor Broderick Crawford, extraordinaria en su papel de Madge, hablar de la Gran Depresión, del sueño americano, etc. Pero sobre todo es hablar de una canción que huele y sabe a cine: Cheek to Cheek.


Porque si hay músicas y canciones a las que asociamos las películas de nuestra vida, Casablanca, El violinista en el tejado, La leyenda de la ciudad sin nombre, etc. Cheek to cheek (probablemente junto a la música de Los siete magníficos) simboliza y evoca el cine en toda su majestuosidad y en todo su encanto.


Por ello, por sentir de nuevo un escalofrío en nuestra espalda al escuchar sus compases, merece la pena sin ninguna duda revisionar esta película. Y sumergidos en la música. En todas y cada una de sus melodías, hasta “perdonamos” un guión un tanto flojito ó unos decorados al “art decó”. Pero todo vale. En la depresión americana la gente no tenía dinero, pero tenía intacta su capacidad de soñar. Y la pareja Astaire-Rogers entre sombreros de copa, smokings y muselinas les transportaban al mundo de los sueños en alas de la danza.


Este es uno de los casos en que para disfrutar con plenitud de una película y juzgarla con justicia es muy aconsejable conocer su historia y las circunstancias que la rodearon. No hacerlo así podría confundirnos fácilmente y calificar de ñoña una película que trataba de ser un hermoso cuento de hadas donde olvidar siquiera por un rato las penurias de una lamentable situación económica. Sin duda lo consiguió. Magistralmente.


1 comentario:

  1. Que bonita está la Web y muy interesante lo que pones, me gustaría que pudiéramos coincidir un dia. La Poesí es preciosa, yo voy de muy humilde bloguera al lado de tu mágnifico trabajo, pero sigo sin saber como dejar un artículo, no en Comentarios sino con imágenes.
    Buen trabajo, que tengas un buen dia. Besos

    ResponderEliminar