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sábado, 18 de junio de 2011

Cartas desde Iwo Jima


DIRECTOR
Clint Eastwood

GUIÓN
Paul Haggis, Iris Yamahsita

MÚSICA
Kyle Eastwood & Michael Stevens

FOTOGRAFÍA
Tom Stern

REPARTO
Ken Watanabe, Kazunari Ninomiya, Tsuyoshi Ihara, Ryo Kase, Shido Nakamura

PRODUCTORA
Warner Bros. Pictures / DreamWorks Pictures presentan una producción Malpaso / Amblin Entertainment

WEB OFICIAL
http://iwojimathemovie.warnerbros.com/lettersofiwojima/framework/framework.html

PREMIOS
2006: 1 Oscar: Mejor sonido. 4 nominaciones, incluyendo mejor película y director2006: Globos de Oro: Mejor película de habla no inglesa. 2 nominaciones2006: National Board of Review: Mejor película


“Letters from Iwo Jima” pertenece a una estirpe de películas en peligro de extinción. Es tan intensa, tan terrible, tan abrasadora en sus emociones, que te deja con el estomago del tamaño de un chicle, con la sensación de que te han arrancado algo desde muy adentro. Es una película sencilla y humilde en su concepción, pero es desde esa humildad donde la película se crece, regalándonos escenas absolutamente prodigiosas.


Es impresionante la capacidad de Eastwood para interpretar el papel de los perdedores, aquellos que siguen luchando aún sabedores de su trágico final, metiéndonos en su piel, compartiendo su sufrimiento. Eastwood te somete a un impresionante torrente de emociones en estado puro, moviendo la cámara entre luces y sombras, guiados por la sobria e implacable interpretación de Ken Watanabe, y acompañados por una maravillosa banda sonora, triste y bella a partes iguales. Todo esto, que ya lo hizo en sus obras maestras anteriores (Unforgiven, Mystic River, Million dollar baby) resulta ahora aún más trágico, más desolador, aún más emocionante. NINGUNA película me había hecho sentir tan inmensamente pequeño ante la grandeza de los sentimientos, las emociones y la épica que subyace bajo todos y cada uno de los personajes de "Letters from Iwo Jima". Con ninguna película bélica anterior había odiado tanto la guerra como con esta, porque es que te mete en el mismo campo de batalla, te abrasa con el calor y la arena de Iwo Jima, te golpea con la dureza y el realismo de su violencia, y te auxilia a última hora con una belleza poética, con un lirismo fordiano, con un humanismo digno de Kurosawa. Una increíble e inmensa radiografía de todos los códigos éticos y morales que mueven a las personas en una guerra, un ejemplar estudio de nuestra propia condición humana, detestable y noble a la vez. Una apoteosis continua de sentimientos y emociones. Una película en la que tienes la constante sensación de que todas las escenas tienen algo importante que contarte. La experiencia cinematográfica más estimulante, sobrecogedora, humana y estremecedora de la última década, coronada por un final esplendoroso, de embriagadora tristeza y desolación.“Letters from Iwo Jima” es, para el que aquí les escribe, la obra maestra definitiva de Clint Eastwood. Una obra tan ajustada a derecho y forma, tan grande, única e inolvidable que incluso mejora a su predecesora, coloca a Eastwood en el altar de los más grandes, y por si no fuera suficiente, sitúa a este tremendo díptico sobre la batalla de Iwo Jima en las cotas más altas de la cinematografía de todos los tiempos, y junto a "Senderos de gloria" de Kubrick, como el mayor y más bello alegato antibelicista de la historia del cine.Una obra de arte que resuena en la mente y el corazón días después de su visionado, como un duro y emotivo testimonio de la inutilidad y crueldad de todas las guerras.Chapeau,


Genial como conecta Eastwood "Banderas de nuestros padres" con "Cartas desde Iwo Jima", con escenas como en la que Kuribayashi observa a lo lejos la izada de la bandera americana en el monte Suribachi, el americano herido que recogen los japoneses, o el soldado que atrapan los japoneses a través de una trampilla en el suelo. La escena del caballo agonizando, la insubordinación de Shimizu negandose a matar al perro, el flashback de Saigo con su mujer, los hara-kiri explosivos, el colosal final... Escenas inolvidables...

viernes, 10 de junio de 2011

Los mejores años de nuestra vida


Película dirigida por uno de los mejores e infravalorados directores de la historia: William Wyler.Es de larga duración pero no te importa, está tan bien contada que lamentas que se acabe.Cuenta lo que luego han contado muchas películas: el regreso a casa del soldado y su reincorporación a la vida después de tanta muerte. Pero la diferencia es que ésta es pionera (es de 1946) y de una sencillez asombrosa.Para reír, disfrutar y llorar con los protagonistas. En fin, para vivir.


Producida por Samuel Goldwyn, fue realizada por William Wyler. Se basa en la novela "Glory for Me", de MacKinlay Kantor. Se rodó en Long Beach Airport, Ontario Airport, LA Arboretum and Botanic Garden, Raleigh Studios y Goldwyn/Warner Studios (CA), con un presupuesto estimado de 2 M dólares. Ganó 7 Oscar (película, director, actor, etc), un Oscar honorífico y otros premios.La acción principal tiene lugar en Boone City, pequeña ciudad del Medio Oeste, a lo largo de unos meses, en 1945/46. Narra la historia de 3 veteranos que regresan a sus hogares tras el final de la IIGM. Al Stephenson (Frederich March), sargento de infantería, de media edad, trabajaba en un banco. Homer Parrish (Harold Russell), marino, ha perdido en la guerra los dos brazos. Fred Derry (Dana Andrews), piloto de bombarderos de brillante historial, de 25 años, trabajaba como dependiente en el bar de unos almacenes. Los tres tienen problemas de adaptación familiar y laboral. Al en el banco choca con los criterios de la dirección. Homer no se atreve a pedir a Wilma (Teresa Wright), su novia y vecina, que se case con él. Fred tiene dificultades en el trabajo y en casa.La película muestra la alegría, la preocupación y los temores de los tres veteranos en su regreso tras una prolongada ausencia. El esfuerzo de guerra no les ayuda a tener una acogida adecuada, les dificulta la reinserción laboral, les impulsa a buscar falsos refugios y les obliga a asumir en solitario la tarea de readaptación, en un ambiente ambivalente y ambíguo, de homenajes, celebraciones, reproches, desprecios y angustias. Se describe con emoción la vida diaria y doméstica en una ciudad media americana, con el bar para la conversación, conflictos familiares, desavenencias conyugales, reproches tendenciosos sobre la guerra, etc. Las diferencias de clase por razones económicas hacen emerger prejuicios, que afectan a las relaciones entre los tres amigos. Son escenas memorables la vista aérea del cementerio de aviones, la demostración desgarradora de Homer a Wilma (Cathy O'Donnell) de sus limitaciones, el paseo de Fred por el aparcamiento de aviones a desguazar y otras.La música aporta una gran partitura original en la que el "Main Title" incluye la melodía central que se repite en temas posteriores, como "Homecoming" y "Fred and Peggy" (con un vibrante solo de saxo alto). La fotografía, de Gregg Tolan ("Ciudadano Kane", 1941), consigue una aguda profundidad de campo, adopta una estética realista, no olvida adornos (Al se ve reflejado a la vez en 2 espejos) y lances cómicos (ducha en pijama). El guión traspira autenticidad y sinceridad. La interpretación destila naturalidad y desenvoltura. Emociona el rotundo y desesperado "Sé aprender", de Fred. La dirección crea una obra cálida y próxima, que seduce al expectador.La película trata temas intemporales, sin sentimentalismos y con magistral sobriedad.

El guionista, Robert E. Sherwood, fue investigado por el Comité de Actividades Antiamericanas, que estimó que la obra podía ser considerada sospechosa de deficiente patriotismo. No fue procesado gracias a las gestiones de Samuel Goldwyn. La secuencia final demuestra que los próximos años serán para los protagonistas los mejores de sus vidas.

Sucedió una noche



En 1933, Gable había trabajado en varias películas seguidas, haciendo papeles de hombre rudo o pandillero. Los productores habían hallado en esos papeles, interpretados por Clark, una mina de oro que ellos no parecían dispuestos a poner en peligro, buscándole otra clase de argumentos. Él se quejó varias veces de esto a los ejecutivos de los estudios.


-Tú deja que nosotros elijamos los papeles más convenientes para ti –le habían contestado-. Con nosotros has llegado a colocarte en un lugar que nunca soñaste alcanzar y estás ahí, gracias a esos papeles que tanto parecen desagradarte últimamente. ¡Un lugar que nunca había soñando alcanzar!


Para ellos aquello era demasiado bueno. Si supieran cuales eran sus ambiciones lo hubieran tildado de loco. Dos operaciones seguidas que se practió Gable en esa época les parecieron demasiada coincidencia a los ejecutivos de la Metro, quienes ya le tenían listo otro papel de pandillero. Era necesario castigarlo, para sentar un precedente. Lo presentaron a la Columbia, que lo había solicitado para filmar un asunto bajo la dirección de Capra. Gable se presentó con Capra sin tratar de ocultar su resentimiento.


-Entiendo que esto es castigo ¿verdad? –le dijo.


-Comprendo su resentimiento, Gable -le dijo el director-. De cualquier modo, sé que usted quiere una oportunidad de interpretar papeles diferentes a los que hasta ahora se le han encomendado.


-Estoy a su disposición –lo interrumpió- Clark secamente.


-¿Quiere echarle un vistazo al guión? –le dijo Capra conciliador.


El castigo se había convertido en un premio para Clark; se había convertido en… un Oscar.


Peter Warner (Clark Gable) es un periodista bohemio y desaliñado que conoce de modo fortuito en la carretera a la joven millonaria Ellie Andrews (Claudette Colbert), la cual trata de escapar de la boda de conveniencia que su emperifollada y rica familia le ha impuesto.Comienza un juego entre los recién conocidos en el que se vislumbra la atracción mutua y el tira y afloja tan bien llevado que divierte y atrapa a partes iguales al espectador el cual está deseando que se enamoren y se casen de una vez.Esta comedia romántica por excelencia es la precursora de infinidad de cintas que con muy similar,si no idéntica estructura,han venido repitiéndose en Hollywood hasta la saciedad.Los actores protagonistas hacen un trabajo realmente brillante estableciendo entre ellos una deliciosa química. Clark Gable y Claudette Colbert obtuvieron sendos Oscars en sus respectivos roles, consiguiendo la película también las estatuillas al mejor director, al mejor guión adaptado y a la mejor película.Frank Capra lleva a cabo uno de sus más lúcidos trabajos, al dejar un poco de lado ese sentimentalismo tan prominente (aunque gran parte de su éxito radica precisamente en ese ingrediente) que preside todas sus obras, para dejar paso a una sutil comicidad con rasgos pícaros, apreciándose también la burla a la censura de la época al colocar una cortina en la habitación que comparten los protagonistas, ya que estaba mal visto que una pareja durmiese junta si no estaban casados.La aparición de Gable sin camiseta interior resulta muy anecdótico ya que provocaría un descenso importante en la venta de camisetas en los Estados Unidos. Con un ritmo muy dinámico "Sucedió una noche" resulta un título muy divertido y, aunque contemplado hoy en dia tiene un desenlace muy previsible, debido fundamentalmente a la cantidad de "sucesoras" que ha tenido, en su momento supuso un éxito arrollador de crítica y público, ya que, si no es la primera, es seguramente una de las primeras comedias románticas de la historia del cine, redonda en todos los aspectos, y muy recomendable sin duda alguna para todos los adictos a este tipo de comedias, otra joya más en el haber del genio del sentimiento, el gran Frank Capra.

Peter Warner (Clark Gable) es un periodista bohemio y desaliñado que conoce de modo fortuito en la carretera a la joven millonaria Ellie Andrews (Claudette Colbert), la cual trata de escapar de la boda de conveniencia que su emperifollada y rica familia le ha impuesto.Comienza un juego entre los recién conocidos en el que se vislumbra la atracción mutua y el tira y afloja tan bien llevado que divierte y atrapa a partes iguales al espectador el cual está deseando que se enamoren y se casen de una vez.Esta comedia romántica por excelencia es la precursora de infinidad de cintas que con muy similar,si no idéntica estructura,han venido repitiéndose en Hollywood hasta la saciedad.Los actores protagonistas hacen un trabajo realmente brillante estableciendo entre ellos una deliciosa química. Clark Gable y Claudette Colbert obtuvieron sendos Oscars en sus respectivos roles, consiguiendo la película también las estatuillas al mejor director, al mejor guión adaptado y a la mejor película.Frank Capra lleva a cabo uno de sus más lúcidos trabajos, al dejar un poco de lado ese sentimentalismo tan prominente (aunque gran parte de su éxito radica precisamente en ese ingrediente) que preside todas sus obras, para dejar paso a una sutil comicidad con rasgos pícaros, apreciándose también la burla a la censura de la época al colocar una cortina en la habitación que comparten los protagonistas, ya que estaba mal visto que una pareja durmiese junta si no estaban casados.La aparición de Gable sin camiseta interior resulta muy anecdótico ya que provocaría un descenso importante en la venta de camisetas en los Estados Unidos. Con un ritmo muy dinámico "Sucedió una noche" resulta un título muy divertido y, aunque contemplado hoy en dia tiene un desenlace muy previsible, debido fundamentalmente a la cantidad de "sucesoras" que ha tenido, en su momento supuso un éxito arrollador de crítica y público, ya que, si no es la primera, es seguramente una de las primeras comedias románticas de la historia del cine, redonda en todos los aspectos, y muy recomendable sin duda alguna para todos los adictos a este tipo de comedias, otra joya más en el haber del genio del sentimiento, el gran Frank Capra.

sábado, 4 de junio de 2011

Ben Hur



Imbatida durante casi 40 años, Ben-Hur ostentó el record de haber ganado 11 oscars, de las 12 nominaciones a las que se presentaba, hasta que fue igualada por "Titanic" que arrasó en la ceremonia de 1997 al conseguir el mismo número de oscars. En 2003 "El Señor de los Anillos. El Retorno del Rey", repetiría la misma hazaña.Basada en la obra del general estadounidense Lew Wallace, el guión se basa en la amistad traicionada entre un oficial romano, Messala, y un príncipe judío, Judá Ben-Hur, condenado de por vida a galeras, tras ser acusado injustamente de intentar asesinar a un procurador romano y de ver confinadas en mazmorras a su madre y su hermana. El film narra la historia de la odisea de Ben-Hur, superada por alimentar un profundo sentimiento de odio y venganza, que alcanzará la redención a través del amor y el perdón inspirados en las enseñanzas y el ejemplo de un joven rabí de Nazareth, juzgado y condenado a morir crucificado.Máximo exponente del llamado cine "Kolossal", nacido para competir con la pujante televisión, el film se beneficia de un excelente guión y una soberbia dirección de actores entre los que destacan Stephen Boyd como Messala, que sabe dotar a su personaje de una perturbadora ambigüedad en su relación de amor-odio con Ben-Hur; Jack Hawkins, como Quinto Arrio, en un registro parecido; Hugh Griffith, que enriquece el personaje del Sheik Ilderim, dotándolo de una desbordante humanidad; y Charlton Heston en el papel más rico y matizado de toda su carrera.La partitura de Miklos Rozsa sigue siendo una de las más bellas y complejas de la historia del cine, no únicamente por la grandiosidad y belleza de los temas épicos y líricos, o por haber compuesto un tema específico para cada personaje, sino por la armoniosa elegancia con la que éstos se entretejen y enlazan a medida que la acción avanza. Sin duda un excelente ejercicio de creación de una banda sonora al servicio de la historia que se narra en el film.Las cifras de esta superproducción siguen siendo descomunales en la actualidad: 15 millones$, 350 actores con diálogo, 50.000 extras, 300 decorados distintos, el circo de Jerusalén reconstruido a tamaño natural con capacidad de albergar a 25.000 personas, 15.000 diseños de vestuario... Pero lo más recordado del film, es su mítica carrera de cuádrigas en el circo de Jerusalén, la tensión y la emoción que sigue produciendo su visionado no ha sido todavía superado en la era de los efectos digitales.Todo el conjunto sigue siendo una gran lección de como concebir el cine, en los tiempos en que al cine se le denominaba "Séptimo Arte"



DIRECTOR
William Wyler
GUIÓN
Karl Tunberg (Novela: Lewis Wallace)
MÚSICA
Miklós Rózsa
FOTOGRAFÍA
Robert Surtees
REPARTO
Charlton Heston, Jack Hawkins, Stephen Boyd, Haya Harareet, Hugh Griffith, Martha Scott, Cathy O'Donnell, Sam Jaffe, Frank Thring, Terence Longdon, George Relph, André Morell, Finlay Currie
PRODUCTORA
Metro-Goldwyn-Mayer
PREMIOS
1959: 11 Oscars, incluyendo película, director, actor (Heston), actor sec. (Griffith), montaje1959: Globo de Oro: Mejor película: Drama1959: BAFTA: Mejor película


BEN-HUR, un clásico del cine. De los que más se reponen y se ven continuamente. Y siempre cautiva al espectador con su historia tan apasionante, donde hay injusticia, amor, reencuentro, venganza, religión, milagro, etc. Magnífica. A pesar de su larga duración se ve con verdadero entusiasmo y deseo.


Para mí, dos escenas puntuales (no revelan el argumento general del film) sobresalen e impactan hasta maravillar:


a) Cuando Ben-Hur caído en la desgracia más desoladora, recibe agua de un aldeano (Jesús) y el soldado romano que trata de impedirlo se queda casi petrificado (que no se ve pero que se imagina).


b) Cuando Ben-Hur se reencuentra con alguien muy querido por él, en el patio de la que fue su antigua y espléndorosa casa, ahora en penumbras, falta de cuidados y deteriorada.


Una película que forma parte de lo mejor del cine de todas las épocas.


COMMOVEDORA.


Con un Charlton Heston, que independientemente que sea un hombre más partidario del rifle, de las pistolas y de las balas, que de las espadas, los carros y las lanzan, nadie puede discutir que es un grandísimo actor y que Ben-Hur fue el papel por excelencia de su vida, el que quedará asociado a su rostro por siempre.