TÍTULO ORIGINAL | Mr. Smith Goes to Washington |
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Trailers/Vídeos | |
DIRECTOR | Frank Capra |
GUIÓN | Sidney Buchman |
MÚSICA | Dimitri Tiomkin |
FOTOGRAFÍA | Joseph Walker (B&W) |
REPARTO | James Stewart, Jean Arthur, Claude Rains, Edward Arnold, Guy Kibbee, Thomas Mitchell, Eugene Pallette, Beulah Bondi, H.B. Warner, Harry Carey, William Demarest |
PRODUCTORA | Columbia Pictures |
PREMIOS | 1939: Oscar: Mejor historia. 11 nominaciones |
SINOPSIS | Jefferson Smith (James Stewart), un joven ingenuo e idealista, que parece fácilmente manipulable, es nombrado senador. Ignora que en Wahsington tendrá que vérselas con políticos y empresarios sin escrúpulos que le harán perder la fe. Sin embargo, gracias a su secretaria, una joven que conoce muy bien los entresijos de la política, protagoniza en el Senado una espectacular y maratoniana intervención en la que, además de defender apasionadamente la democracia, pone en evidencia una importante trama de corrupción. |
"No te pierdas las maravillas que te rodean", comenta el protagonista principal de este film, recordando un consejo de su venerado padre. Así es, y por ese mismo lema NO HAY QUE PERDERSE ESTA PELÍCULA que está entre los mejores exponentes de cine crítico-político de los que enarbolan el espíritu maravilloso, utópico y valiente del débil David frente al fortísimo Goliat o del frágil Don Quijote de la Mancha frente a los grandes y asentados molinos de viento.
Es cine representante de la mejor bravura humana, del idealismo convertido en praxis, del valor de la honestidad y la valentía frente a los poderosos y bestiales obstáculos o contrariedades de la vida, ante los cuales no hay que rendirse sino luchar, presentar batalla con la fuerza de la moralidad y del sentido del Bien para oponerse a los abusadores.
Es cine de todos los tiempos. Cuando se ve a este "caballero sin espada", Jefferson Smith (James Stewart) luchando en inferioridad de condiciones contra el poderosísimo magnate Jim Taylor (Edward Arnold), quien compra medios de comunicación, a senadores, a testigos falsos, que corrompe a doquier en pro de sostener sus intereses creados, de inmediato se pueden hacer las traslaciones oportunas a nuestro país o comunidad autonóma, a cualquier país o región de mundo, identificando a cada uno de estos personajes con individuos de carne y hueso que suelen hallarse casi idénticos en cualquier realidad.
Magnífica película de hacer pensar, de las que causan molestias en las conciencias adormiladas o degeneradas, de las que muestran como es "la sal echada sobre una herida abierta". Cine de excelencia para toda época y sociedad. Con mención especial para el actor que hace el papel de senador Joseph Paine (Claude Rains), que además de representar el papel más dual y difícil, el rol del hombre venerable y ejemplar a los ojos de todos, que sin embargo es un "sepulcro blanqueado por fuera y por dentro todo un nicho corrompido de gusanos" (y aún así, en tal nivel degenerativo aún conserva a la vez un cierto grado para la siempre posible resurrección, el cambio, el milagro y la esperanza), lo supo hacer con una admirable capacidad de convencimiento y realismo.
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