Harry (Jared Leto) y su madre (Ellen Burstyn) tienen sueños muy
distintos: ella está permanentemente a dieta esperando el día en que
pueda participar en su concurso televisivo preferido; la ambición de
Harry y su novia Marion (Jennifer Connelly) es hacerse ricos vendiendo
droga y utilizar las ganancias para abrir un negocio propio, pero nunca
tienen el dinero suficiente para ello. A pesar de todo, Harry y Marion
no se resignan y harán lo inimaginable para conseguir la vida que
anhelan.
Título original: Réquiem for a dream
País: Estados Unidos
Estreno en USA: 06/10/2000
Productora: Artisan Entertainment / Thousand Words
Director: Darren Arronofsky
Guión: Darren Aronofsky (novela de: Hubert Selby Jr)
Reparto: Jared Leto, Jennifer Connelly, Ellen Burnstyn, Marlon Wayans
País: Estados Unidos
Estreno en USA: 06/10/2000
Productora: Artisan Entertainment / Thousand Words
Director: Darren Arronofsky
Guión: Darren Aronofsky (novela de: Hubert Selby Jr)
Reparto: Jared Leto, Jennifer Connelly, Ellen Burnstyn, Marlon Wayans
Tras su éxito con "Pi", Aronofsky vuelve a sorprender con esta singular,
durísima e intensa historia sobre la experiencia de la adicción a las
drogas y a los sueños. Una escalofriante Ellen Burstyn consiguió una
nominación al Oscar a la mejor actriz en este chute de cine en vena,
efectista y realista al mismo tiempo, algo difícil de explicar. Sin duda
brutal e impactante, cuando se deja reposar se siente, extrañamente y
según para quién, algo sobrevalorada. En mi opinión la impresionante
banda sonora de Mansell adultera la calidad artística del filme como
tal, elevándolo por encima de lo que se merece. Los jóvenes fliparon
(flipamos) ante unos simples -pero increíblemente efectivos- compases de
notas en "crescendo" que, oh sí, ponían la carne de gallina, creando
para el futuro legión de seguidores de su nuevo "camello" de cine
favorito, un tipo fascinante que ofrecía sensaciones diferentes: Darren
Aronofsky.
Es por lo tanto un impresionante experimento visual que sumerge al espectador en el
descenso a los infiernos más aterrador jamás proyectado. Es la "Divina
Comedia" contada al revés. El guión es sencillamente demencial y la
puesta en escena deja en pañales lo arriesgado que había sido ya su
trabajo en "Pi". Los actores dan miedo de lo bien que están (incluyendo
el onírico 'showman' Tappy Tibbons) y, en especial, una inconmensurable
Ellen Burstyn que se quedó sin Oscar por agraciar a Julia Roberts. A lo
largo de este recorrido acompaña al espectador la perturbadora y
desasogante banda sonora del Kronos Quartet que, una vez acabada la
película, no dejará de perseguirle allá donde vaya y de ponerle los
pelos de punta cada vez que escuche el asombroso tema principal, "Lux
Aeterna". La película avanza como un tren fuera de control para acabar
todo con unos 20 minutos finales que dejan al espectador por completo
destrozado mientras es incapaz de apartar la mirada de la pantalla. Una
película que deja cicatrices.
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