(Ernest Frederick Mcintyre Bickel; Racine, 1897 - Los Angeles, 1975) Actor de cine estadounidense. Fue uno de los rostros más representativos del cine estadounidense de los años treinta y cuarenta; su presencia camaleónica le permitió dar vida a toda clase de personajes a lo largo de cincuenta años de profesión.
Estudió interpretación en la Winslow Grammar School, en la Racine High School y en la Universidad de Winsconsin. En 1918 se enroló en el ejército y a su regreso comenzó la carrera de Económicas. En la Universidad continuó con su afición teatral, aunque una vez graduado comenzó a trabajar en la National City Bank. Educado teatralmente bajo los auspicios de Eva Alberti, debutó en el cine con el nombre de Fred Brickel, que cambió tres años después por el de March, resultado de acortar su apellido materno (Marcher).
Alternó desde el comienzo de su carrera los trabajos teatrales en Broadway y los cinematográficos en Hollywood. Sus primeros papeles fueron de galán romántico, aunque llegó a interpretar incluso a la enigmática Muerte en una película de Mitchell Leisen, La Muerte de vacaciones (1934), cuya versión fue protagonizada años más tarde por Brad Pitt (¿Conoces a Joe Black?). No fue sin embargo el papel de galán, sino el de Jekyll y Hyde, en El hombre y el monstruo (1931), de Rouben Mamoulian, el que le permitió ganar su primer Oscar; su trabajo resultó convincente y convirtió al personaje en un clásico del cine.
En 1927 se casó con la actriz Florence Elridge. Trabajaron juntos en The Studio Murder Mistery (1929), Los miserables (1935), Another Part of the Forest (1948), Christopher Colombus (1949) e Inherit the Wind (1960), por la que March fue nominado al Premio de la Academia Británica en la categoría de mejor actor extranjero.
La década de los treinta terminó para el actor con la vuelta al teatro en una serie de obras que protagonizó junto a su esposa. A mediados de los cuarenta consiguió un segundo Oscar por su excelente interpretación en Los mejores años de nuestras vidas (1945), de William Wyler, en el papel de Al, el sargento que vuelve licenciado de la guerra y no logra acomodarse a su antiguo empleo ni, especialmente, a su familia.
La década de los treinta terminó para el actor con la vuelta al teatro en una serie de obras que protagonizó junto a su esposa. A mediados de los cuarenta consiguió un segundo Oscar por su excelente interpretación en Los mejores años de nuestras vidas (1945), de William Wyler, en el papel de Al, el sargento que vuelve licenciado de la guerra y no logra acomodarse a su antiguo empleo ni, especialmente, a su familia.
Tras este premio, sorprendentemente, su carrera inició un declive. Había pasado muchos años en el teatro y le costó recuperar la práctica de la interpretación cinematográfica. Uno de sus logros, sin embargo, fue La muerte de un viajante (1951), dirigida por Laszlo Benedek. Tras años de apariciones continuas en la pantalla, Fredric March parecía haber perdido (salvo contadas excepciones) la fuerza interpretativa, pero en 1964, dilatando ya sus actuaciones, se recuperó dando vida a Jordan Lyman, en Siete días de mayo, una dramática historia sobre un complot militar que amenaza al presidente de los Estados Unidos. Su última película, dirigida por John Frankenheimer, fue The Iceman Cometh (1973).
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